Dos influencers muestran en Portugalete su experiencia en las redes sociales

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Las protagonistas del evento explican sus vivencias como influencers

Alrededor de 80 personas se dieron cita en el Centro Cultural Santa Clara para conocer de cerca a las jóvenes María G. Gaztelu y Yiren López y reflexionar sobre las oportunidades y los riesgos de esta actividad

Dos influencers muestran en Portugalete su experiencia en las redes sociales

El pasado 19 de octubre, se dieron cita en Portugalete dos influencers, una de ellas de Portugalete, María G. Gaztelu (@MariiaGaztelu), y Yiren López (@Yirenlopezz), de Madrid. La conferencia organizada por el área de Drogodependencias del Ayuntamiento, que quiso abrir así un espacio de reflexión en torno a los riesgos de las redes sociales entre la juventud.

A dúo y ante 80 personas, la mayoría jóvenes, en el Centro Cultural Santa Clara, fueron desgranando las oportunidades que les han abierto las redes sociales, en especial Instagram y Tik Tok, pero sin dejar pasar las advertencias sobre los riesgos que ofrece Internet.

Mostraron al detalle los esfuerzos y el trabajo que puede haber detrás de un reel o un vídeo de 30 segundos. Los videos improvisados y con poca dedicación que tienen movimiento en la red son muy pocos. Y aunque los contenidos giran en torno a su vida diaria, tienen perfectamente controlado lo que publican y lo que no y cómo lo hacen. Aunque pueda dar la apariencia que lo que ahí aparece es toda la vida de cada una de ellas, tienen perfectamente controlado lo que pueden subir y lo que no.

Lo mismo ocurre con el tiempo. Si no se aprende a gestionar bien, se corre el riesgo de no dejar tiempo para la vida privada. De esta forma se puede compaginar la vida en redes sociales con otro trabajo o con los estudios.

Aunque en sus inicios ambas empezaron a subir contenidos a la redes como un entretenimiento, hoy en día lo consideran un trabajo, en tanto que detrás hay mucho esfuerzo, que se recompensa económicamente a través de la publicidad.

Explicaron que todo el mundo tiene posibilidad de intentar lanzarse a ser influencer, pero no es tan fácil, no todas las personas llegan al nivel suficiente para ganar dinero. También agradecen el seguimiento de sus padres que, en tanto que empezaron muy jóvenes, ejercieron un control y apoyo necesario para tener cuidado en lo que subían y lo que no.

Las influencers dejaron claro que las redes sociales brindan oportunidades increíbles, pero también colocan en situaciones de riesgo que no se deben obviar. Compartir partes de la vida privada tiene un riesgo, porque supone una gran exposición, y luego los seguidores pueden no llegan a distinguir la vida que se hace pública de la que se quiere mantener en la privacidad.

Por otro lado está el riesgo de quienes las buscan para representarlas con dudosas intenciones. No se puede olvidar que empiezan muy jóvenes y corren el riesgo de firmar cualquier contrato. Además, advirtieron de los riesgos de las faltas de respeto a las que a veces se ven abocadas, que pueden hacer mucho daño.

En definitiva, María y Yiren concluyeron que detrás de una persona influencer hay mucha labor, pero esta actividad puede ser un trabajo, del que se desconoce el alcance y la duración o lo efímero de éste y que detrás de la sobreexposición en redes hay muchos riesgos vinculados con la privacidad.