Mareómetro: Romualdo Arce De las Heras (1920-2006)

Su padre Juan Castro Cuesta, jornalero, natural de Quintana del Pidio y viudo con tres hijos, y su madre, María de las Heras, también viuda con dos hijos, se habían casado y la nueva familia vino a Portugalete en 1916. Aquí nacería nuestro personaje al que seguirían dos hermanos y tres hermanas.

En Atarazanas nº 1 les tocó vivir el ‘bienio negro’ republicano y luego la guerra. Romualdo tenía 14 años cuando, durante la revolución de octubre de 1934, uno de sus hermanos murió de un disparo de un guardia civil, y la madrugada del 16 de junio de 1937 vivió la explosión del Puente Colgante y después el bombardeo que destruyó el cercano convento de las clarisas. Vio como sus hermanos pequeños, Pedro y Félix, eran evacuados como ‘niños de la guerra’ a Francia y tuvo que ayudar a su hermano mayor para que pudiera huir en barco también a Francia.

Pedro se quedaría para siempre allí y Félix (1927-2011), llevado por sus ideales de juventud, se unió a un grupo de maquis cruzando los Pirineos, siendo cazados y salvándose de la muerte por ser menor de edad. Tras tres años de prisión, le enviaron al ejército para cumplir la mili durante la cual huyó a Francia. En los años 70 pudo volver a verle en una visita con su familia.

Romualdo, obrero siderometalúrgico, autodidacta, fue gran aficionado a la poesía, como su convecina Regina Fernández Larrain (1918-2015), y su obra, como ‘Rincones de mi Villa’, no pudo llegar al gran público. Algunos de sus poemas, presentados a concursos, aparecieron en diversas publicaciones y otros, armonizados, como ‘Al cerro Campanzar’, ‘Ciudadano del mundo’, o ‘Maché y Bolillas’, son cantados por grupos como los Barbis.

Tras casarse, en 1955 se trasladó a Santurtzi, donde fue fundador y presidente de la coral Lagun Zaharrak, y el Ayuntamiento le publicó el libro ‘Remembranzas santurtziarras’.