Mikel Santiago presenta su nuevo thriller: 'El hijo olvidado'

Regresas a las librerías con ‘El hijo olvidado’, que presentarás el próximo 6 febrero (19:30) en la Sala BBK de la Gran Vía de Bilbao, ¿qué encontrarán los lectores que se adentren en esta novela?
En ‘El hijo olvidado’ la tensión comienza en la página 1. Aitor Orizaola, el ertzaina que conocíamos de la trilogía de Illunbe, recibe una llamada de su hermana en la que le dice que su sobrino está encarcelado en la comisaría de Getxo, acusado de atraco con homicidio. Ambos saben que no tiene ningún sentido y el ertzaina acude a dicha comisaría a pedir que le dejen hablar con su sobrino. Cuando lo consigue, su sobrino le dice que alguien le ha tendido una trampa, que es inocente. Aitor le cree y se da cuenta de que algo no encaja. Quién le ha podido hacer eso a Denis es el primer enigma que deberá resolver.

Es un thriller trepidante, una novela de acción con gran misterio y con una trama compleja, pero en la que el lector agradecerá ir avanzando rápidamente por ella. Y, por supuesto, tendrá un final explosivo.
 

El thriller está de nuevo ambientado en Bizkaia, ¿qué es lo que te lleva a decantarte por esta tierra?
Bizkaia me parece un escenario perfecto para mis thrillers. Son tramas que se mueven entre lo doméstico, lo familiar y el crimen. Bizkaia es un lugar de pequeños pueblos, con muchos rincones y carreteras sinuosas. Y con especial énfasis en el laberinto que hay en el interior de Bizkaia y que resulta tan atractivo para este tipo de historias que transcurren, en muchas ocasiones, por la noche. Pero también resulta interesante la costa, la meteorología, lo abrupto de nuestros valles, esa dificultad de nuestra naturaleza que me ayuda a inventarme todas estas escenas y situaciones. No obstante, en esta novela nos vamos también hasta Extremadura.
 

¿Cuáles son las principales diferencias de esta novela respecto a la trilogía de Illunbe?
Queríamos dejar descansar a Illunbe, que ya ha tenido suficientes crímenes, y buscábamos otros escenarios. Tiramos del hilo de Illunbe, porque incorporamos a Aitor Orizaola, pero no encontrarán a la agente Urruti (tal vez algunos lectores puedan imaginar  por qué) y rescatamos también a algunos personajes del libro ‘Entre los muertos’. El juego de la novela también es algo diferente, no es tanto un quién lo hizo sino por qué lo hizo, el motivo profundo de la incriminación del sobrino y este reguero de asesinatos.

Eres ya todo un referente nacional dentro del thriller, ¿qué es lo que te apasiona de este género y por qué crees que gusta tanto a la gente?
El género criminal lleva con nosotros siglos, casi desde Caín y Abel. Es un tema que apasiona al ser humano, es una atracción por todo lo que rodea a la clave negra, lo mórbido, y alimentado por la sensación de misterio, de amenaza.

Son novelas apasionantes, normalmente rápidas, que sirven para contar muchas otras cosas, con acercamiento social a personajes, temas generacionales (familia, divorcios, nuevas oportunidades en esta novela), pero todo con el vehículo del misterio. Se dice que ahora está de moda, pero siempre lo ha estado.
 

En 2022 presentaste en ETB el programa ‘Los siete pecados capitales’, ¿qué te ha aportado este paso por la televisión para tu faceta como escritor?
Fueron dos meses de rodaje rodeado de expertos criminólogos, forenses y policías científicos. Tomé muchas notas mentales y en mi cuaderno. Me dejaron un poso de respeto y admiración por el trabajo, la creatividad y la responsabilidad de quienes trabajan en la resolución de este tipo de casos. Me gustó mucho escuchar los ‘secretillos’ de cómo se resuelven estos casos y todo eso he querido reflejarlo en la novela a través del olfato que desarrolla Orizaola.

Volviendo a la trilogía de Illunbe, ¿qué balance haces del éxito que ha tenido?
Ha sido una de las sorpresas más bonitas de estos diez años que llevo escribiendo. ‘El Mentiroso’ gustó mucho y pasamos de una parroquia a nación en cuanto a lectores. Me ha permitido subir un escalón, estabilizarme en la vida de un escritor, siempre tan impredecible, y trabajar con calma. Ahora estoy encantado con esta octava novela y aspirando a seguir.

En estos últimos años llevas un largo recorrido de novelas publicadas, ¿cómo afrontas desde el punto de vista personal y profesional esta vorágine?
Pues llevo ya ocho novelas publicadas, alguna adaptación también para Netflix y algo más que se está cocinando. Los primeros años fueron más turbulentos ante las presiones y la psicología que hay que adoptar, con tantos contrastes (vida monacal cuando escribes, luego un tiempo comercial, etc.), pero ya me he hecho a este oficio. Te vas mentalizando de lo que viene y después del tsumani de la promoción, te apetece de nuevo volver al retiro, esa soledad elegida, creativa y de reflexión que te da ser escritor. Me gustan ambas dimensiones de la profesión, aunque prefiero el momento de escribir. Me gusta más escribir que ser escritor (risas).